Ubicando el TS 440 en el cetro del asiento trasero, conectamos la notebook alimentándola con un conversor de CC-AC. Juan Carlos y Daniel ya había probado con éxito hacer digitales desde el móvil, pero sabíamos que siendo viernes a tarde habría pocos aficionados a la escucha, no obstante pudimos comunicar como LO7E/Móvil con Luis, LU9XT,  desde la IOTA SA-008, la isla de Tierra del Fuego.  

           El resto del viaje transcurrió sin problemas, haciendo las paradas rutinarias de costumbre, llegando a San Carlos de Bolívar cerca de las 17:00 horas, lo que nos permitió hacer las compras de rigor antes de recorrer el último trecho hasta el campo.

            Nos comunicamos por el repetidor local con Fabián y Marcelo, que ya estaban en el campo, para asegurarnos de comprar todo lo necesario. Algo que nos llamó la atención fué que Fabián pedía con mayor insistencia un aerosol de repelente que el pan... más tarde comprendimos que las razones eran más que justificadas.

          Nos subimos todos la Isuzu de Marcelo y atravesamos el campo con rumbo a la laguna, ubicada hacia el oeste, teniendo a la vista el monte que forman los árboles del cámping. Tras cruzar un par de tranqueras internas, sólo restaban unos 200 metros para legar, los cuales se veían con matas de pastos altos y con el terreno anegado, lo que al principio no nos preocupó, pero tras los primeros 100 metros, el agua llegaba a las puertas de la 4 x 4, por lo que Marcelo decidió parar a conectar los cubos de acople de la doble tracción, tarea que declinó a favor de Fabián, que debió ponerse las botas para poder realizarla. El nivel del agua, desde la última visita al campo había subido drásticamente, y los últimos 100 metros fueron "de anécdota"

Arriba y a la izquierda algunas imágenes del trayecto hasta el cámping.

A la derecha, un video del mismo

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  Al llegar al alambrado y detener el vehículo, nos recibieron los habitantes locales : Mosquitos por miles y de un tamaño que asustaba !!; y la rociada de repelente que nos hicimos al llegar al campo parecía no afectar en lo mínimo los ataques.

           Cruzamos el alambrado hasta la laguna y al vernos desde su casa, el encargado del Club de Pesca "Las Acollaradas" nos vino a recibir, dado que el cámping es regenteado por ese club, y le extrañó que ver gente ingresando por el campo lindero; luego, tras enterarse de nuestras intenciones, se ofreció para ayudarnos en lo que precisemos en la misma.  Ya para entonces, a nosotros no nos alcanzaban las manos para darnos cachetazos y matar mosquitos, y recurrimos a sacudirnos con ramas, pero finalmente optamos por sacar rápidamente unas fotos y emprender retirada del lugar.

           El armado de la estación se realizó rápidamente, colgando un dipolo y armando dos verticales ya que sabíamos que el lugar se prestaría para hacer pruebas y ensayos.  La primera vertical , fué una con bobina de carga en base, para 40, 20 y bandas superiores, aún en prueba y la segunda la ya probada vertical para 40 y 80 metros con carga lineal, bautizada "La Hudson".  Inmediatamente se inició la operación, llamando en 40 metros en fonía y en 20 en modos digitales.  

            El grupo electrógeno se colocó alejado, para no tener que soportar el ruido, que en el silencio de la laguna parecía molestar más de lo habitual. Luego, por dificultades en la fuente de alimentación, decidimos acercarlo para cargar las baterías, desde donde alimentamos los equipos.

Hilo Largo remontado con Barrilete

        Con la operación ya en marcha, y aprovechando el lugar y que el viento soplaba hacia el espejo de la laguna, sacamos los barriletes, para hacer otra experiencia de transmitir con un irradiante remontado . El "delta" de Juan Carlos, toda una garantía,  se elevó rápidamente consumiendo los primeros 100 metros de tanza, de allí empalmamos los 80 metros de piola de boyero eléctrico. Sujetamos con un hilo plástico la piola conductora, que acoplamos a un balun 9:1 y a un transmatch para hilo largo, y alternamos algunos llamados de vez en cuando para ir comparando los resultados . 

El barrilete debió ser remontado con guantes, por las descargas estáticas y también por la tensión mecánica de la piola de boyero.

Una vez que lo atamos para operar, el barrilete quedó inmóvil en el aire, durante toda la tarde.