Faltó poco para que se incorporara el calentador para la pava y el mate, y cuando abrimos la primera bolsa de galletitas hasta los perros del faro se quedaron a hacernos compañia

 Cerca de mediodía, Héctor, LU1DHL, se ocupó de algo más que importante en la activación :

"El asado"

      Con la paciencia que lo caracteriza, Héctor demostró que sigue siendo merecedor de toda la confianza que hemos depositado en sus habilidades.

 Luego de mediodía y el asado, algunos continuaron operando y otros... se durmieron una siesta

 Uno de ellos fué Fabián , que había llegado a Mar de Ajó viajando durante la noche anterior, y cayó rendido por el cansancio y la tentación de la plácida tranquilidad de una de las carpas.

Lógicamente, luego de su descanso, no faltaron voluntarias a la hora de despertarlo.

 Las condiciones de propagación no ayudaron mucho en la operación de las bandas altas, en las que pensábamos realizar contactos con estaciones extranjeras.  Utilizamos la antena direccional buscando llamados de estaciones, llamamos repetidamente en nuestro precario pero voluntarioso inglés, y finalmente, nos resignamos.

         Por ello, muy temprano nos dedicamos a llamar en la banda de 80 metros en la cual sí obtuvimos nuevamente numerosas respuestas, claro está de nuestro país y algunos limítrofes; esto dicho sin menosprecio a las mismas, ya que comprobamos, al recibir las solicitudes de confirmación, que las activaciones siguen manteniendo el interés de los aficionados, aún cuando ya hayan confirmado el faro en años anteriores, además claro, de quienes se integran a la actividad cada año, o no la han realizado todavía.

 Mucho más tranquilos y sin otras cuestiones que atender, quienes no se dedicaban a operar, aprovecharon para descansar plácidamente, charlar con el personal del faro, sacar fotos, jugar con los perros del lugar, etc. Los más comprometidos con la actividad,  acompañaban cebando mate, ayudando en las anotaciones, corrigiendo errores,  o lo que más habitualmente ocurre : molestando al operador de turno.

  Aunque sabíamos que las instalaciones del faro cuentan con provisión de energía eléctrica de la red pública , quisimos tener algo previsto ante un supuesto fallo de la energía. Para ello, además de las baterías de 12 Volts de los móviles, llevamos una batería de gel de 12V,100 A /hora, y un grupo electrógeno portátil de 220 y 12 volts, 800 Watts.

  Ambos elementos, no fueron necesarios en ningún momento, por lo que la batería quedó bajo la improvisada mesa de operación de los modos digitales, sin conectar nada sobre sus bornes.

    Poco a poco la noche fué espaciando cada vez más las respuestas a nuestros llamados, y ya todos estaban cansados de los mates y galletitas; por lo que Fabián se hizo una escapada hasta la ciudad de Mar de Ajó, para proveer la cena, que consistió en pizzas. Cuando retornó, se hizo una última pausa en los llamados para acercarnos hasta el horno que estaba sobre el paredón, el cual consistía en una cámara de "combustión" , la cual podía quemar cualquier cosa; madera, papel, ramas, carbón, etc., sin importar ello, el alimento (las pizzas..) se colocaba en un cilindro de chapa que se encontraba atravesado en la cámara y que recibía todo el calor, pero se hallaba herméticamente aislado del resto de la cámara donde se quemaba el combustible. Así se recalentaron un poco las pizzas, que terminaron en pocos minutos saciando al hambriento grupo.

  Una vez satisfechos, se reanudaron los llamados, pero casi sin recibir respuestas, por lo que decidimos hacer la pausa general, y  retomar fuerzas para la jornada siguiente. Algunos de nosotros teníamos la posibilidad de pernoctar en las casas de Mauricio y Héctor, y el resto pasaríamos la noche en el predio del faro. Así que Juan Carlos, Graciela, Danielito, Fabián y quien escribe, nos quedamos en el faro, cediendo las comodidades de los departamentos al resto del grupo.

  Como había serias probabilidades de lluvias, decidimos guardar los equipos y resto de elementos electrónicos dentro de las camionetas y luego procuramos preparar nuestros espacios personales.  La noche estuvo muy ventosa y con algunos incidentes cómicos al principio, pero a poco de acomodarnos en los vehículos y la carpa ya estábamos todos dormidos.

   Al día siguiente a las 07:00 hora LU ya estábamos nuevamente sentados frente a los equipos, llamando y tomando mate y café, anticipando al grupo que pernoctó en Mar de Ajó, que además de tener que levantarse y llegar hasta el faro, debía acomodar los departamentos y otros enseres.

  Las condiciones del clima eran bastante malas y la lluvia parecía inminente, escuchándose en la radio descargas frecuentes que anticipaban mal tiempo. No obstante, se pudieron hacer varios contactos en fonía en 40 y 20 metros, y tentar a algunos aficionados que operaban en un concurso internacional de SSTV para contactar con nosotros.

  Ya cerca de mediodía, las ráfagas de viento anunciaban que la lluvia no se haría esperar, y decidimos dar por terminada la operación, comenzando entonces a desmontar una a una las diferentes antenas y sus respectivos equipos, torre, carpas , etc.

  Cuando el grupo terminó de reunir todo y limpiamos el terreno, ya comenzaba a llover. Nos reunimos y llamamos al personal del faro para una foto, pensando que la misma tendría que ser bajo la lluvia. pero a los pocos minutos, el chaparrón cesó y se comenzaron a dispersar las nubes, como si el clima nos hubiera jugado una broma para asustarnos. Lamentablemente, no había tiempo como para instalar todo nuevamente, ya que habíamos embalado todos los equipos, así que nos dispusimos a fotografiarnos frente al faro, intercambiar algunos comentarios con los encargados y dejarles algunos ejemplares de la publicación del Radioclub. Como última alegría de la visita, nos ofrecieron la posibilidad de subir hasta lo alto del faro, propuesta que aceptamos de inmediato.

 Como última alegría de la visita, nos ofrecieron la posibilidad de subir hasta lo alto del faro, propuesta que aceptamos de inmediato.  La experiencia, vedada al público hasta no hace mucho por  motivos de reparaciones de la estructura del faro, fué registrada ampliamente con fotos, de las cuales mostramos aquí solo algunas; el resto pueden verse en el apartado del faro.

   Increíblemente, cuando llegamos a lo alto del faro, el cielo se estaba despejando casi por completo, y hasta debimos quitarnos algo de ropa por el calor.

 Al bajar del faro, ya teníamos los vehículos preparados para salir hacia la ciudad de Mar de Ajó, donde algunos quedarían hasta la tarde, otros hasta el lunes y el resto retornamos a nuestras casas tras los breves saludos entre el grupo.

          Otra de las últimas fotos antes de entrar en Mar de ajó, junto a la "replica" del faro, lo que demuestra que el mismo es todo un símbolo para la cuidad.

Como el grupo electrógeno era nuevo y sin uso, estimamos que sería prudente hacerlo funcionar para "ablandarlo",  y de paso conocer su consumo, autonomía, posibilidades y limitaciones.

Encontramos que la cafetera eléctrica indicaba un consumo e alrededor de 800 Watts por lo que no dudamos en conectarla, logrando así un doble propósito : Probaríamos el grupo electrógeno y un café de filtro recién preparado.

El que con la excusa de : "A ver si ya está..? " se adelanta al resto

     Algo ya visto en otras de nuestras activaciones : Tomar los datos de posición del GPS para ser incluídos en los llamados de modos digitales. Muchas veces, los corresponsales solicitan tanto datos de coordenadas, como los Grid Locators; por lo que ya se nos hizo costumbre realizar la comprobación antes o al comienzo de cada operación .

   Gracias a los avances de la tecnología, ya no hace falta llevar un GPS a las salidas de campo; ya que algunos teléfonos cuentan con esa función, de lo cual sacamos ventaja.

   Los datos de la posición, tomada la noche del viernes se ingresan a un programa que nos dá el correspondiente Grid Locator para tenerlos listos al comenzar la operación en digitales.

El grupo disfrutando del esfuerzo del parrillero y de la pausa en la operación