ZAPIOLA, El pueblo y su estación

 

Esta página la realizamos los socios del Avellaneda Radio Club - LU7EO

 

        A los efectos de difundir y dar a conocer los diferentes lugares de nuestro país que son influídos en su desarrollo, con el paso de los ferrocarriles, y cómo la desaparición de ramales determina drásticamente el futuro de los pueblos y cuidades que quedan a su paso.

Nuestra actividad, hacer radio amateur, es trasladada a estaciones que son o han sido utilizadas por el ferrocarril, transmitiendo desde esos lugares, a veces olvidados o desconocidos por gran parte de nuestros compatriotas.

 En esta ocasión llegamos a Zapiola, y aquí vá el relato de lo que el pueblo y su gente nos pudo mostrar.

 En ste link puede ver las actividades de radio realizadas en la estación DEF-051D Estación Zapiola

 La gran mayoría de las personas a quienes nombramos Zapiola, nos preguntó dónde quedaba ese "lugar". Si bien el pueblo es pequeño, nos extrañó que casi ninguno pudo determinar geográficamente su ubicación, siendo que se encuentra relativamente cerca del Gran Buenos Aires.

  Perteneciente al Partido de Lobos, Zapiola es uno de los tantos pueblos que ha crecido gracias al Ferrocarril y por supuesto a su estación. Tan determinate es el ferrocarril para la población de Zapiola, que sólo basta mencionar que dejando de lado un camino de tierra, a veces intransitable en días de lluvia, el tren es el único medio para llegar o salir del pueblo.

 La ex línea "Sarmiento", hoy "TBA" es la que en uno de sus ramales, tiene a Zapiola, como una de las paradas intermedias en su recorrido, que puede verse en el siguiente link : Línea_TBA

 La actividad rural de la zona se centra principalmente en los tambos y hoy el mismo ferrocarril que trajo el crecimiento del pueblo, vuelve a ser protagonista de la vida de sus habitantes con la transformación de la antigua estación ferroviaria, en un centro Socio Cultural.

 Un escrito de Teresita Irigoyen relata vívidamente cómo infuye en el pueblo y sus habitantes el paso del ferrocarril...

" Una de las razones fundamentales que incidieron en el rápido crecimiento de Lobos - asegura Carlos Argentino Lobos - es que a partir del año 1871, con la llegada del ferrocarril, comenzaron progreso y desarrollo sin pausa.

        El 24 de Marzo de 1871 el ferrocarril proveniente de la estación Parque, de Buenos Aires, llega a nuestro partido. Se detiene en la primera de sus estaciones : General Zapiola, llamada así en homenahe al General Matías Deogracias Zapiola (1780-1874), compañero de armas de San Martín y guerrero de la Independencia junto a  él.

        A partir del 1º de Febrero de 1906 la estación pasará a llamarse sólo Zapiola.

        El vecindario que la rodea va instalando tambos cuyo producto es enviado diariamente por tren a la Capital.

       La Estación y su nutrido servicio de trenes se convierten por más de medio siglo en el centro de mayor relevancia para la vida comunitaria.

    Hoy, heridos de muerte los pueblos nacidos gracias al ferrocarril, continúan su tenaz lucha en defensa de este patrimonio los que como Zapiola aún se hallan de pié.

       La estación, apenas una parada, alberga sin embargo a una incipiente biblioteca fruto de la intensa actividad de quienes desean convertirla en la proveedora de alimento básico para el espíritu de sus hijos.

       El oro blanco que, por décadas, en tarros de cincuenta litros alimentó a tantas personas será así reemplazado por el oro que encierran las páginas de los libros, boletos ideales para emprender viajes por la imaginación y el talento de poetas y escritores.

       Zapiola, población rural, aspira a legar a sus habitantes un enfoque más acabado del pensamiento universal y su estación-biblioteca será el mojón de partida...

La biblioteca, convertida en un auténtico faro en la lejanía del campo, es la herramienta básica para iluminar las inteligencias, el pasaje para llegar a lo más profundo de las inquietudes nobles, la luz que oriente por el camino difícil que deben abordar día a día la República y sus hijos.

  Teresita Irigoyen

Como describe el texto, la Estación funciona actualmente como parada de los trenes que circulan hacia y desde Lobos. No se expenden boletos, no tiene Jefe ni Guardas, pero el tren se detiene en la estación cada vez que pasa frente al pueblo, para que suban o bajen los habituales pasajeros, ya a esta altura, conocidos por los conductores de las locomotoras y guardas.

  Dado que el edificio de la estación no tiene utilidad para el propio ferrocarril, salvo dar resguardo a los pasajeros en la espera de la llegada de los trenes, el uso del mismo ha sido cedido a un grupo de vecinos emprendedores, que han dado nuevo uso a sus instalaciones, formando el Centro Socio Cultural "La Estación".  Estos vecinos, quienes forman parte de la Junta Vecinal de Fomento de Zapiola, ya tienen a su cargo la sala de primeros auxilios del pueblo, y están acondicionando el las diferentes salas de la antigua estación, adecuándola para usos múltiples de interés comunitario, como lo son la biblioteca, la  sala de lectura y otros espacios dedicados a dictar cursos y ensañar diferentes actividades.

Frente de la Sala de Primeros Auxilios de Zapiola

La estructura de la Estación se halla gratamente conservada y de a poco los interiores reciben el mantenimiento necesario para su nuevo uso. El edificio principal de la estación se encuentra aislado del pueblo, y se destaca prolijamente entre la zona poblada y el campo propiamente dicho, como uniendo las dos facetas de Zapiola, un poco campo, un poco ciudad.

La tranquilidad de un sábado por la tarde no es demasiado diferente a un día de semana, salvo por las visitas a la estación de los vecinos del lugar, que esperan el tren para algún paseo o visita de fin de semana.

No obstante, siempre hay sorpresas en estos lugares. El día de la transmisión y recabando información con los vecinos del lugar que se acercaron a presenciar la misma, nos enteramos, que la estación fué escenario de la Película de Alan Parker "Evita", protagonizada por Madonna.

 El motivo según nos enteramos, fué que la estación visitada inicialmente para realizar la película histórica ya se encontraba reformada y modificada, por lo que no servía para la filmación; encontraron entonces que la estación Zapiola no había sufrido grandes cambios en los últimos tiempos, y que con algunos "retoques" se pudo ambientar toda la edificación y su entorno 50 años atrás....

foto que muestra la estacióm antes de la remodelación y adecuación para la película.

Archivo de la Biblioteca y Centro Socio Cultural  "La Estación"

Se pintó  la edificación con los colores utilizados en los años '40, (crema y ladrillo) y se agregaron algunos detalles, se utilizó la estación y  parte de unos galpones de depósito que estaban frente a los andenes y todo el pueblo se vió alterado en su pausado ritmo durante un par de semanas; donde vieron llegar a la actriz en helicóptero y hasta muchos de los vecinos participaron como "extras" en la película (y hasta les pagaron, según dicen....).

Vista panorámica de la estación y el galpón  en momentos de la filmación   (fotos del archivo de "la Estación' )

Luego de las tomas para la película, todo siguió como hasta entonces, quedando eso sí, el recuerdo y el orgullo de estar perpetuados en el filme.

  Lamentablemente, si bien el edificio principal de la estación recibió mejoras que permitieron seguir manteniéndola, el galpón que oficiaba de depósito ubicado justo enfrente de la misma no tuvo la misma suerte; los techos de tejas, aberturas y portones, fueron objeto de robos y vandalismo por parte de gente que no midió el daño hacia la propiedad común del pueblo, frente a sus propios beneficios.

  Luego de un tiempo, solo se mantenían en pié las paredes de aquel viejo depósito, y hoy, sólo una meseta del terreno, marca el lugar donde se hallaba emplazado el mismo

  Hoy, sin embargo, el edificio de la Estación Zapiola, aunque conserva los detalles de época, se vé renovado en su exterior y en su interior, se ha pintado de blanco y azul, y su entorno se halla en impecable estado, ofreciendo al visitante un agradable recreo para  la vista y el espíritu.

 Dando nueva vida al edificio, la gente del lugar utiliza sus instalaciones para la lectura y educación propia y de sus hijos, esperando un mejor futuro; aunque los horneros, que siguen anidando en las cumbreras y el molino, que adorna el lateral de la estación sigan proclamando su esencia rural.

Foto archivo Centro Socio Cultural "La Estación"

Finalmente, nuestras felicitaciones a Gertrudis, y el resto de los amigos que llevan adelante la tarea de poner a disposición del resto de la comunidad, todo lo que ofrece esta biblioteca y centro cultural; un trabajo  duro pero que sabemos dará frutos muy pronto. A todos ellos, muchas gracias por recibirnos y permitirnos disfrutar del lugar y su hospitalidad de la gente del Avellaneda Radio Club.

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